Cuando se nos ocurre o nos surge la oportunidad de viajar el objetivo, casi siempre, es distendernos, relajarnos, aliviarnos.

Buscamos poder desconectarnos aunque sea un poco, unos días. Lo planeamos con ganas y ansias. Queremos ir a los mejores hoteles, hacer las mejores visitas guiadas, encontrar los mejores lugares para recorrer, para cenar.

Todo es alegría y felicidad, pero nos olvidamos de tener la precaución necesaria para evitar que cualquier inconveniente nos sorprenda.

Los problemas de salud se nos pueden presentar en cualquier momento, sin previo aviso. Por eso lo mejor que podemos hacer es estar prevenidos y ganarle a los imprevistos.

Siempre es importante tener una recomendación médica, un consejo para saber manejarnos y no perder la calma. Son más necesarios aun cuando estamos lejos de nuestro hogar y nuestro país.

 

Si estamos en el extranjero de viaje es muy recomendable saber cómo actuar en caso de una emergencia. Estados Unidos y todos sus estados y ciudades, incluyendo Orlando, tienen una gran desventaja: cuentan con un sistema de salud excelente pero la cobertura no es gratuita ni universal.

Los costos son muy elevados allí y hasta una simple consulta médica nos costaría mucho dinero, impensado para los gastos de un turista (los cuales suelen ser reducidos).

Quienes viven o trabajan allí tienen que tener, sí o sí, una cobertura paga para poder atenderse en las clínicas del lugar y poder acceder a una atención médica.

La solución para quienes volamos como turistas es contratar un seguro para viajeros que responda por nosotros. Así tendremos garantizados los servicios sanitarios sin preocupaciones y estaremos protegidos.

Con respecto a los medicamentos, hay un dato que tenemos que conocer: si necesitamos comprar medicamentos sólo lo podremos hacer con una receta médica autorizada y firmada.

No nos aventuremos a ir a comprar algo sin la orden, ya que ninguna droga será vendida sin la petición de un médico matriculado. Es decir, para comprar medicamentos es necesario pasar, antes, por una consulta con un doctor.

Algo en lo que no son tan estrictos es en la vacunación. En Orlando no hay restricciones ni peticiones a la hora de ingresar en materia de vacunas.

No se les pide a los turistas que tengan ninguna, pero cualquier especialista recomendaría que todos vayan protegidos contra Tétanos y Difteria (ya que es una enfermedad de distribución mundial) y contra Hepatitis B, si sabemos que realizaremos actividades de riesgo que nos exponen (algo que sobra en los parques de diversión de la ciudad).

Ahora, si ya fuimos vacunados contra esta enfermedad previamente no es necesario darnos un refuerzo, ya estaremos resguardados.

Los cambios de clima suelen ser un factor muy influyente a la hora de ver qué enfermedades afectan más a los turistas. Las montañas de agua que nos hacen pasar rápidamente de un clima a otro no ayudan a nuestra salud.

Podemos sufrir baja de presión, golpes de calor, resfriarnos o padecer alguna fractura o fisura en las grandes montañas rusas. El riesgo existe casi siempre, por eso tenemos que volar cuidados.

No hay mucho más para decir. Un solo consejo alcanza para que sepas qué hacer en un viaje: contratá un seguro para viajeros, sin importar el destino ni el motivo.

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Si tenés una pregunta o no entendiste algún punto podés dejarnos un comentario o pregunta, te responderemos a la brevedad con toda la información que necesitás.